Suelo decir que, con mis obras, quiero contar historias. Como si las inventase. Pero no es así. Las historias están ahí, los sentimientos, las dudas, los miedos y el desamparo, y sobre todo el humor. Son los materiales de los que están hechas las calles, las casas, las vidas. Yo solo miro y trato de llevarlo al papel o al bronce. Para dejar constancia de que lo he visto.